1
Corro. Soy el aire que llena mi pecho y la música que suena en mi Ipod. Veo mis
piernas, mis pies, mis brazos, curtidos por el sol. Kilómetros
quedando atrás, sin anticipos. Y como si nada pasara o pudiera
pasar, el dolor. Me siento mareado. Mi cabeza explota, algo la
comprime. Veo un auto. Pido ayuda; socorro. Un médico por favor.
Algo le pasa a mi cara o eso es lo último que creo ver reflejado en
los vidrios del coche. Mi nombre es [Dolor]. Mi nombre es
Benjamin Stehenstein y estoy muerto. Fallinangerness
2
Lo
vimos desde lejos, íbamos subiendo por la ruta, yendo a Villa
Futalaufquen. Remera celeste arremangada, buen porte, buen ritmo
bajando hacia nosotros. Redujimos la velocidad unos cien metros antes
de alcanzarlo para no cubrirlo con le polvo del camino. Fue ahí
nomás que empezó a zigzaguear. Prácticamente nos cayó sobre el
capot. Nos pidió ayuda, se presentó, dijo algo incomprensible y eso
fue lo último que le oímos antes de que cayera inconsciente y lo
lleváramos al hospital.
3
El
paciente, hombre de alrededor de 30 años, ingresó sin consciencia
con un cuadro grave causado por causas indeterminadas. Mientras
trabajábamos en el diagnóstico, se produce el paro cardio-respiratorio.
Hacemos lo posible por estabilizarlo, pero la situación es precaria.
Intentamos por todos los medios contactar a sus familiares más
cercanos.
4
Lo
esperaba para desayunar. Había tostado el pan y el café estaba casi
listo. Nuestras vacaciones de tercer aniversario. Me siento tan
angustiada. No entiendo por qué. Por qué a mi. Por qué a él. No
sé qué voy a hacer de ahora en más. No sé cuál es el peor de los
males. Por qué cae en mi está decisión. Lo amo tanto.
5
Ser
una familia en nuestra situación no es fácil. Es imposible. Cuando
uno tiene hijos espera o cree que llegará el día en que ellos lo
enterrarán a uno. Es el orden natural de las cosas. Una situación
como esta no tiene razón de ser. Tan joven. Esperando en este limbo
por una esperanza. La espera es larga y angustiante. La
lista no nos favorece.
6
La
intervención fue exitosa. Casi un milagro, aunque no nos guste
admitir que los haya. Una coincidencia de azares. Justo a tiempo.
7
Correr
y sentir la sangre en mis venas. La libertad, la plenitud de una vida
que ya no me debo sólo a mi o a mis padres. Mi segunda oportunidad.
Tengo tanta gratitud que no doy un paso sin emocionarme hasta las
lágrimas. El aire en mis pulmones, los futuros posibles. Los
kilómetros quedan atrás y el parque que se abre a mi paso. Escucho
cada paso y cada latido. Mi nombre es Roxana Hertz y estoy viva.
7 comentarios:
muy bueno che. ¿es borrador? espero que salga el definitivo para compartirlo.
Querido Juan:
Muchas gracias. Sí es un borrador, pero este miércoles a más tardar le pongo las correcciones que le faltan.
Mi idea es hacer algo como un corto con el relato, pero me falta capacidad técnica...
Un abrazo grande, m.
Tolis tolis.
Estremecedor (creo que es la primera vez que uso esa palabra)
Qué honor!
Me gusta la elección de nombres...
jejejje...
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