miércoles, 30 de enero de 2013

Cronómetro



1

Corro. Soy el aire que llena mi pecho y la música que suena en mi Ipod. Veo mis piernas, mis pies, mis brazos, curtidos por el sol. Kilómetros quedando atrás, sin anticipos. Y como si nada pasara o pudiera pasar, el dolor. Me siento mareado. Mi cabeza explota, algo la comprime. Veo un auto. Pido ayuda; socorro. Un médico por favor. Algo le pasa a mi cara o eso es lo último que creo ver reflejado en los vidrios del coche. Mi nombre es [Dolor]. Mi nombre es Benjamin Stehenstein y estoy muerto. Fallinangerness

2

Lo vimos desde lejos, íbamos subiendo por la ruta, yendo a Villa Futalaufquen. Remera celeste arremangada, buen porte, buen ritmo bajando hacia nosotros. Redujimos la velocidad unos cien metros antes de alcanzarlo para no cubrirlo con le polvo del camino. Fue ahí nomás que empezó a zigzaguear. Prácticamente nos cayó sobre el capot. Nos pidió ayuda, se presentó, dijo algo incomprensible y eso fue lo último que le oímos antes de que cayera inconsciente y lo lleváramos al hospital.

3

El paciente, hombre de alrededor de 30 años, ingresó sin consciencia con un cuadro grave causado por causas indeterminadas. Mientras trabajábamos en el diagnóstico, se produce el paro cardio-respiratorio. Hacemos lo posible por estabilizarlo, pero la situación es precaria. Intentamos por todos los medios contactar a sus familiares más cercanos.

4

Lo esperaba para desayunar. Había tostado el pan y el café estaba casi listo. Nuestras vacaciones de tercer aniversario. Me siento tan angustiada. No entiendo por qué. Por qué a mi. Por qué a él. No sé qué voy a hacer de ahora en más. No sé cuál es el peor de los males. Por qué cae en mi está decisión. Lo amo tanto.

5

Ser una familia en nuestra situación no es fácil. Es imposible. Cuando uno tiene hijos espera o cree que llegará el día en que ellos lo enterrarán a uno. Es el orden natural de las cosas. Una situación como esta no tiene razón de ser. Tan joven. Esperando en este limbo por una  esperanza. La espera es larga y angustiante. La lista no nos favorece.

6

La intervención fue exitosa. Casi un milagro, aunque no nos guste admitir que los haya. Una coincidencia de azares. Justo a tiempo.

7

Correr y sentir la sangre en mis venas. La libertad, la plenitud de una vida que ya no me debo sólo a mi o a mis padres. Mi segunda oportunidad. Tengo tanta gratitud que no doy un paso sin emocionarme hasta las lágrimas. El aire en mis pulmones, los futuros posibles. Los kilómetros quedan atrás y el parque que se abre a mi paso. Escucho cada paso y cada latido. Mi nombre es Roxana Hertz y estoy viva.

7 comentarios:

Juan dijo...

muy bueno che. ¿es borrador? espero que salga el definitivo para compartirlo.

Martín Narvaja dijo...

Querido Juan:
Muchas gracias. Sí es un borrador, pero este miércoles a más tardar le pongo las correcciones que le faltan.

Mi idea es hacer algo como un corto con el relato, pero me falta capacidad técnica...

Un abrazo grande, m.

Martín Narvaja dijo...

Tolis tolis.

Merveille dijo...

Estremecedor (creo que es la primera vez que uso esa palabra)

Martín Narvaja dijo...

Qué honor!

Ana dijo...

Me gusta la elección de nombres...

Martín Narvaja dijo...

jejejje...