lunes, 6 de julio de 2009

Sobre la peste que nos aqueja.

Ante la abrumadora cantidad de consultas sobre la peste, su verdadero origen y significado, hemos considerado prudente hacer públicos algunos datos estadísticos de la OMS sobre la gripe y otros factores de riesgo. Dado que aquí no se veneran innovaciones de la moda, como la supuesta medicina contemporánea, nos limitaremos a yuxtaponer algunas observaciones hipocráticas a los datos estadísticos y luego efectuar una dudosa hermeneútica pestibus y puesta en contexto (no menos dudosa) .
Lo primero a considerar según el padre griego de la occidental doctrina médica es el carácter fútil de todo tratamiento. Así, en el aforismo primero que consta en el volumen I de los Tratados encontramos: "La vida es breve; la ciencia, extensa; la ocasión, fugaz; la experiencia, insegura; el juicio, difícil." (Hip. Af. Secc. I.1). Lo segundo, de acuerdo a nuestra opinión, es no angustiarse con esta verdad. Porque dice Epicuro: "La muerte no es nada para nosotros. Cuando ella está, nosotros ya no estamos; mientras permanecemos ella no está". Aunque también es cierto que afirma que "Ninguno es más sabio que otro" (DL, X, 117-21). Lo que , Sed contra , pone en tela de juicio lo anterior.

Pasemos ahora a la consideración de algunos datos oportunamente difundidos:

Algunos datos

- De todos los infectos con el virus de la gripe porcina a nivel mundial sólo un 0, 000000002 % comió o creyó haber comido mollejas a la parrilla.
- Supervivencia del virus en el aire: 23.000 años. Esto es: el doble del tiempo que demora una pila en biodegradarse.
- Formas de contagio: toda interacción humana placentera que no fuera ya vedada por las prevenciones destinadas a evitar el HIV.
- Interacciones que pueden llevan a contraer el virus: chancho-chancho // hombre-chancho // chancho- hombre // hombre-hombre// mujer- hombre // hombre- mujer// mujer- chancho // mujer- mujer // mejicano-hombre// mejicano-chancho// chancho- chancho (otra vez) // mejicano- mujer // elefante- chancho- hombre (sólo en los casos de coincidencia de los tres; aparentemente el elefante sería sólo un agente de transmisión neutrófilo). Otras interacciones también pueden ser contagiosas.
- Ante el contagio las opciones son:
a- vivir
b- morir (Se recomienda evitar lo segundo).

Los mencionados hasta aquí son datos ya por todos conocidos, pero Hipócrates, atención señores, destaca además otros factores convergentes a tener en cuenta. Factores multidimensionales que nuestra cerrada medicina occidental actual no considera renegando de su sabiduría dos veces milenaria. Así, debemos tener presente que:

Otros datos

- "De las condiciones del año, en general, los tiempos secos son más sanos que los lluviosos, y, también, menos mortales. (Op. cit. Secc. iii. 15.)
- "Como enfermedades, en tiempo lluvioso, se producen generalmente: fiebres largas, flujos de vientre, putrefacciones, epilepsias, apoplejías y anginas." (Op. cit. Secc. iii. 16.)
- "Si orina sangre, pus y escamas, y el olor es fuerte, mal síntoma. (Op. cit. Secc. Vi. 81.)
- "Los tartamudos padecen mucho de diarreas largas." (Op. cit. Secc. Vi. 32.)
- "Escalofríos con sudor no son buena señal" (Op. cit. Secc. Vii. 4.).

Las causas del mal

Muchos apuntan a los laboratorios, empresas multinacionales y a la indolencia latinoamericana como causas de la peste. Esto no podria ser más falso, Claudio Eliano nos revela el verdadero origen de este tipo de mal: el odio entre los animales. De este modo: "La tortuga y la perdiz se profesan mutua antipatía. Lo mismo les ocurre a la cigüeña y al guíon de codornices con respecto a la gaviota. La pardela y la garza bueyera odian a la gaviota cana. La tórtola está en desacuerdo con el piralis [animal no identificado, N de E.]. También el milano y el cuervo son enemigos. El hortelano y la cirse, la cirse y el halcón está comprobado que mantienen enemistad no sólo por razones sexuales, sino también por su naturaleza distinta. La perca es el pez más lujurioso." (Hist. An. Lib. IV, 5).
Así, sabemos hoy, esta es la causa: Los cerdos, que en macedonia son mudos, profesan una antipatía para con los humanos. Lo que era de esperarse por dos motivos. Por una parte, "Si un hombre bebe cicuta, muere de inmediato; mientras que un cerdo [no uno en particular, uno cualquiera, N de E.] se atiborra de cicuta y goza de buena salud." (Hist. An. Lib. IV, 23). Por otra, "Los perros, los bueyes y los cerdos, las cabras, las serpientes y otros animales presienten la llegada del hambre y son los primeros en barruntar la amenaza de la peste y el terremoto." (Hist. An. Lib. VI, 16).
Es este el caso. Esta la evidencia. Señores y damas, jueces de nuestra imprudencia, decidan y juzguen sobre la base de lo dicho.
Prontamente, más información de última hora sobre la verdadera naturaleza del mal que nos aqueja: la maldad del cerdo. El mismo, en ventajosa posición estratégica, consecuencia del retroceso que ha significado el avance del vegetarianismo y las campañas contra la gastroenteritis que han puesto de moda el color violeta, está finalmente en condiciones de tomar el mundo. No quieran los dioses suframos y paguemos por nuestra desmesura y lujo como las tropas de Alejandro tras la conquista de Persia.

Sobrevivan. Seguiremos aquí mientras podamos.