Logias masónicas, comunidades indígenas, líderes perversos, líderes sublimes, enfermos mentales, niños sanadores, niños abusados sexualmente, homosexuales reprimidos, homosexuales culposos, homosexuales asumidos, bisexuales, mujeres golpeadas. Homicidios, intentos de homicidio, intentos de violación, secuestros extorsivos, embarazos extorsivos, embarazos no deseados, embarazos interrumpidos, amores prohibidos, desamores, infidelidades, adicciones, sed de poder, sed de venganza, sed de justicia.
Los responsables del ciclo El elegido (de lunes a jueves a las 23 por Telefé) creen menos en el desarrollo de unas pocas ideas que en la dilapidación de muchas. Curiosamente, en cambio, suponen que la repetición de un mismo recurso (el del tercero que ve u oye algo que no debía haber visto u oído) basta para componer una serie de televisión.
Claro que, seguramente, el oportuno y oportunista cóctel de maniqueísmo, corrección política, teoría de la conspiración, indigenismo banal y new age les hará ganar la simpatía de unos cuantos bienpensantes trasnochados y de otros tantos miembros del jurado de los premios Martín Fierro.
No quiero ser injusto, probablemente esta crítica podría hacerse extensiva a más de un ciclo de la televisión argentina pero, por suerte o por desgracia, no he visto más que algunos episodios de éste.
Y pensar que hace más de cien años un ruso desperdició tantas páginas intentando penetrar en la mente de un joven que apenas había matado a dos viejas, si me perdonan el spoiler.
Los responsables del ciclo El elegido (de lunes a jueves a las 23 por Telefé) creen menos en el desarrollo de unas pocas ideas que en la dilapidación de muchas. Curiosamente, en cambio, suponen que la repetición de un mismo recurso (el del tercero que ve u oye algo que no debía haber visto u oído) basta para componer una serie de televisión.
Claro que, seguramente, el oportuno y oportunista cóctel de maniqueísmo, corrección política, teoría de la conspiración, indigenismo banal y new age les hará ganar la simpatía de unos cuantos bienpensantes trasnochados y de otros tantos miembros del jurado de los premios Martín Fierro.
No quiero ser injusto, probablemente esta crítica podría hacerse extensiva a más de un ciclo de la televisión argentina pero, por suerte o por desgracia, no he visto más que algunos episodios de éste.
Y pensar que hace más de cien años un ruso desperdició tantas páginas intentando penetrar en la mente de un joven que apenas había matado a dos viejas, si me perdonan el spoiler.