martes, 22 de junio de 2010

Segunda metamorfosis

Finalmente y pese a mis temores, volví a encontrarme con ella. Pero cuando se desnudó me costó creer lo que veía: dos literales melones rematados por sendas frutillas contorneaban el pecho, los glúteos eran de auténtica piel de durazno y el pubis estaba cubierto por barba de choclo. Sentí que estaba frente a la personificación de un Arcimboldo.
Pasado el impacto inicial, me fui sin decir una palabra. No me había imaginado que se refería a eso cuando me dijo que la vida natural la había cambiado completamente por dentro y por fuera.

4 comentarios:

Martín Narvaja dijo...

Sòlo puedo reir y pensar en una frase de Franchela (que no voy a mencionar pero cualquiera podrìa inferir del contexto y de que sòlo tiene rtes o cuatro frases y "Te quieeerooooo" debe ser descartada.

Un abrazo grande, M

(Corresponsal de Sindudamente en Tucuman)

Luis Colucci dijo...

Me la imagino. No sabía que estabas en Tucumán. ¿Cuándo volvés? A ver si nos encontramos. Un abrazo.

Martín Narvaja dijo...

Sí, de gira filosofico-milanesistico-asadistico-musical (uno de los modos de ser en el mundo)

Martín Narvaja dijo...

El domingo estaré por casa otra vez.

Un abrazo grande.