viernes, 8 de febrero de 2008

COSMOLOGÍA CRIOLLA

En la primavera de 1931, un grupo de académicos argentinos de la Universidad de La Plata encabezados por el Doctor Teodosio Léger Peña se entregó apasionadamente al estudio de las fuerzas fundamentales que rigen el universo. Semejante empresa obedecía a una doble motivación. En primer lugar, restablecer los valores originarios de la ciencia que habían sido menospreciados por los investigadores europeos, en su mayoría judíos, muy probablemente ateos y, quizás, comunistas. El otro propósito era el de demostrar, de una vez y para siempre, el origen criollo de todo lo que hay en este mesmo mundo.
Los primeros meses fueron dedicados a la identificación y clasificación de los objetos fundamentales del cosmos. El manuscrito preliminar que expone los resultados de tamaña indagación enumera los siguientes especimenes a los que se atribuyen propiedades mágicas y cosas por el estilo:

Perro callejero (canis mierdae)
Tatú carreta (charangum in potentia)
Cucaracha voladora (insebtus repudnantis)
Rata de alcantarilla (roedor suburbi)

Desde ya, se desprende que toda otra circunstancia no es sino una parte de alguna forma mixta de tales entidades. Algunas alusiones dispersas hacen pensar que esta lista es incompleta, pero las páginas se han perdido o deteriorado al punto de ser ilegibles. La nueva escuela de historiadores de la ciencia ensayó varias reconstrucciones alternativas de la lista completa que incluiría animales como la vinchuca picona y el mosquito molesto y aun de vegetales como la ruda, macho. Sin embargo, la Academia ha consensuado un desacuerdo absoluto acerca de tales reconstrucciones.
El ambicioso proyecto incluía varias etapas posteriores a la que hemos esbozado brevemente. Lamentablemente, dos meses después de comenzada la ciclópea tarea, un cambio de administración en la universidad, la falta de presupuesto y la desidia de los investigadores, junto con la llegada del verano que produjo una diáspora en los miembros del equipo, motivaron el abandono definitivo del trabajo.
Pese a la nula repercusión que esta teoría tuvo en la Argentina, el manuscrito fue exitosamente comercializado en sus múltiples ediciones chinas; se destacan la reimpresión de la primera edición, Apostillas a la primera edición y Estudio crítico sobre mitología criolla.
Una consecuencia inesperada e indirecta de la difusión masiva de las ediciones mencionadas ha sido la oleada de inmigrantes chinos a la República Argentina. Entre los motivos esgrimidos por los viajeros se cuentan el deseo de conocer de cerca la añosa cultura que dio origen al horóscopo criollo, tan distinta de la China espiritualmente decadente que se había desarrollado luego de la Revolución comunista y la imposibilidad de poner tiendas protegidas por dragones, animal más bien escaso, en contraste con la abundancia de ratas de alcantarilla y cucarachas voladoras de los comercios locales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

He leido con gran interés vuestro artículo sobre la investigación del Dr. Léger Peña y su recepción en el mundo oriental; una prueba de la profunda sabiduría de estas culturas milenarias. Quiero decir que soy un gran admirador de la obra de este genial científico argentino que ha sido menospreciado por nuestra sociedad como tantos otros sabios que han dedicado su vida al progreso de este país sin recibir nada a cambio y que sólo fueron reconocidos luego de su muerte. Espero que continúen con esta tarea de rescate de valores nacionales. Un saludo.