Ya me voy, porque es tarde y tengo que ir darle una palmadita en el hombro a mi amiga la cantora, aunque el sacapuntas con el que escribe sus canciones hace rato que está desafilado. Y sí, no voy a ir a decirle que el último vómito de la moda tercermundista se viene regurgitando desde hace años y que sería bueno que, de una vez por todas, se diera una vuelta por otros barrios a ver si por casualidad se cruza con el numen. Para qué, si se trata nomás de reprimir noventa minutos de bostezos para después irse a un sótano a tomar veneno barato y ver si de madrugada se puede recalar en alguna fiesta de aficionados, donde se termine de arruinar la velada con más cirrosis en botella y chicas fumadas hasta el tuétano. Seguro que, cuando la luz empiece a molestar, la cosa no va a dar más que para reflexionar sobre si conviene quitarse la vida ahí mismo o es mejor esperar al domingo a la tarde, que a priori parece más adecuado. Pero más seguro es que toda decisión extrema se postergue indefinidamente y que, de vuelta en la madriguera, cualquier cavilación se esfume de inmediato ante la embestida de Morfeo que, en semejantes circunstancias, no da tiempo siquiera a sacarse los zapatos o a pensar si se está acá o del otro lado. Después de esa efímera muerte súbita siempre se resucita con el sol y la resaca en el cenit; entonces lo único que importa es procurarse rápidamente un combo analgésico-antiácido para eliminar el malestar hasta que empiece la función que toque en suerte el sábado a la noche.
A la fe, esto no nace de falta de habilidad, sino de sobra de pereza y penuria de discurso.
sábado, 12 de diciembre de 2009
domingo, 6 de diciembre de 2009
Muertes Prescindibles
En su ensayo de título Optimum non nasci , i.e. "Lo mejor es no nacer", inspirado en el séptimo Libro de la Historia Natural de Plinio segundo y en las sentencias de Lactancio y Marco Tulio, Erasmo de Rotterdam sostiene que "Lo muy mejor es no nacer, ni venir a parar en estos escollos de la vida, lo muy cerca de ello en bueno es, ya que hubieres nacido, morir lo antes posible y escapar como de un incendio de la violencia de la fortuna". Consonante en ideas, escribe Plauto: "mucho más prefrible es haber vivido que vivir". Pero aunque esto valga en general, algunas vidas, quizás no la que nos ha tocado en suerte, merecen la pena de ser vividas. Pero aún sí así fuera, es innegable que algunas muertes son menos convenientes que otras. A estas muertes poco convenientes, muertes prescindibles, dedicaremos nuestra columna semanal.
Muerte trágica la de los griegos
Es signo de prefección, recurso habitual entre los dramaturgos, y hábito muy bien recibido por el público de la tragedia clásica, que todos los personajes de la obra mueran de modo violento o absurdo. (o en su defecto un buen número). Ejemplos de esto hallamos en Ajax, quien muere humillado por la muerte de unas ovejas que confundiera con Ulises; error similar el del Ciclope que muere humillado y tuerto por confusión inversa (N. de E. "tuerto" y "ciego" son expresiones sinónimas en el dialecto ático temprano de la región de los cíclopes). Antígona muere también, llevandose gran parte de Tebas consigo; su padre, Edipo, como el cíclope aunque más incestuoso.
No es sin embargo la muerte trágica exclusiva del hombre, así, Claudio Eliano nos refiere la siguiente historia que hubiera puesto los pelos de punta al mismísimo Freud:
"Incesto involuntario del camello ...Sabido es que la naturaleza concede a los animales irracionales advertir por el simple contacto la índole de esta unión [el incesto] sin necesidad de señales delatoras ni del criado que expuso a Edipo en el monte. Jamás un camello se ayuntaría con su madre. Ahora bien, el camellero de un rebaño tapó completamente a una camella dejando solamente visibles sus partes genitales y, luego, arrimó el hijo a su madre. El animal en su ignorancia e impulsado por eldeseo de cópula [el camello, no el camellero], hizo su cometido, pero después cayó en la cuenta, y al causante de su ilegítima unión lo mordió y pateó, y, golpeándolo con sus rodillas, le dio una muerte dolorosísima y, después, se arrojó por un precipicio." Sabio el camello que evitó futuras calamidades en nombre de las calamidades pasadas, no como Edipo que por tibio tuvo que seguir viviendo mal.
Otras muertes horribles con animales son la del originario cacique rebelde Tupac Amaru trozado cual pollo por cuatro caballos, la de Faulkner que se cayó de un equino, la de Godzilla a quien ajusticiara King Kong y la de Roger Bacon quien murió a causa de una infección producto del ataque de jirafas con lanzas en los bosques próximos a Dover.
Otras muertes poco deseables
La muerte heroica
En 1884 el general británico Charles George Gordon se encontraba en la Sitiada ciudad de Jartum, con 7000 soldados egipcios dos millones de cartuchos y provisiones para seís meses. El primer ministro británico Gladstone envió muy a su pesar una columna para rescatarlo bajo el mando de Woseley. Irónicamente, la cercanía de la columna de este último alento al Madhi a un ataque frontal con sus 30 000 rebeldes (egipcios, rebelandose ante al domino británico). Gordon , despertado por los disparos, disparó una pieza de artillería emplazada en la azotea de su domicilio personal contra los rebeldes. Cuando "ya no pudo inclinar más la pieza para mantener a raya a la muchedumbre" fue a su dormitorio, se puso su uniforme blanco y fue a situarse en el extremo superior de la escalera con la mano izquierda en su espada y su revolver en la diestra. Luego de vaciar su revolver acometió contra los egipcios espada en mano hatsa que fue abatido. Luego de ser lanceado numerosas veces fue decapitado y su cabeza llevada al Madhi. Su cuerpo, colgado en la plaza del palaciode Jartum fue lanceado cinco veces por cada uno de los rebeldes egipcios. Posteriormente, muerto el Madhi, una expedición a cargo del general Kitchener tomó Jartum. Éste, devolviendo gentilezas (como cuando los primeros mandatarios intercambian regalos con el papa), desenterró el cadaver del Madhi y lo arrojó a un río; naturalmente, no sin antes decapitarlo. Su cabeza fue conservada y utilizada como tintero en el escritorio de Kitchener hasta que la misma Reina Victoria manifestó su disconformidad.
Menos simpáticas pero igualmente a los tiros resultan los finales de Bonny & Clide y la de nuestros ilustres visitante patagónicos Butch Cassidy y sundance Kid, distantes geográficamente e históricamente. Más heroica quizás la de Hector arrastrado a lo largo de la circunvalaciónde troya por el pálido Aquiles.
La muerte banal
Muerte trágica la de los griegos
Es signo de prefección, recurso habitual entre los dramaturgos, y hábito muy bien recibido por el público de la tragedia clásica, que todos los personajes de la obra mueran de modo violento o absurdo. (o en su defecto un buen número). Ejemplos de esto hallamos en Ajax, quien muere humillado por la muerte de unas ovejas que confundiera con Ulises; error similar el del Ciclope que muere humillado y tuerto por confusión inversa (N. de E. "tuerto" y "ciego" son expresiones sinónimas en el dialecto ático temprano de la región de los cíclopes). Antígona muere también, llevandose gran parte de Tebas consigo; su padre, Edipo, como el cíclope aunque más incestuoso.
No es sin embargo la muerte trágica exclusiva del hombre, así, Claudio Eliano nos refiere la siguiente historia que hubiera puesto los pelos de punta al mismísimo Freud:
"Incesto involuntario del camello ...Sabido es que la naturaleza concede a los animales irracionales advertir por el simple contacto la índole de esta unión [el incesto] sin necesidad de señales delatoras ni del criado que expuso a Edipo en el monte. Jamás un camello se ayuntaría con su madre. Ahora bien, el camellero de un rebaño tapó completamente a una camella dejando solamente visibles sus partes genitales y, luego, arrimó el hijo a su madre. El animal en su ignorancia e impulsado por eldeseo de cópula [el camello, no el camellero], hizo su cometido, pero después cayó en la cuenta, y al causante de su ilegítima unión lo mordió y pateó, y, golpeándolo con sus rodillas, le dio una muerte dolorosísima y, después, se arrojó por un precipicio." Sabio el camello que evitó futuras calamidades en nombre de las calamidades pasadas, no como Edipo que por tibio tuvo que seguir viviendo mal.
Otras muertes horribles con animales son la del originario cacique rebelde Tupac Amaru trozado cual pollo por cuatro caballos, la de Faulkner que se cayó de un equino, la de Godzilla a quien ajusticiara King Kong y la de Roger Bacon quien murió a causa de una infección producto del ataque de jirafas con lanzas en los bosques próximos a Dover.
Otras muertes poco deseables
La muerte heroica
En 1884 el general británico Charles George Gordon se encontraba en la Sitiada ciudad de Jartum, con 7000 soldados egipcios dos millones de cartuchos y provisiones para seís meses. El primer ministro británico Gladstone envió muy a su pesar una columna para rescatarlo bajo el mando de Woseley. Irónicamente, la cercanía de la columna de este último alento al Madhi a un ataque frontal con sus 30 000 rebeldes (egipcios, rebelandose ante al domino británico). Gordon , despertado por los disparos, disparó una pieza de artillería emplazada en la azotea de su domicilio personal contra los rebeldes. Cuando "ya no pudo inclinar más la pieza para mantener a raya a la muchedumbre" fue a su dormitorio, se puso su uniforme blanco y fue a situarse en el extremo superior de la escalera con la mano izquierda en su espada y su revolver en la diestra. Luego de vaciar su revolver acometió contra los egipcios espada en mano hatsa que fue abatido. Luego de ser lanceado numerosas veces fue decapitado y su cabeza llevada al Madhi. Su cuerpo, colgado en la plaza del palaciode Jartum fue lanceado cinco veces por cada uno de los rebeldes egipcios. Posteriormente, muerto el Madhi, una expedición a cargo del general Kitchener tomó Jartum. Éste, devolviendo gentilezas (como cuando los primeros mandatarios intercambian regalos con el papa), desenterró el cadaver del Madhi y lo arrojó a un río; naturalmente, no sin antes decapitarlo. Su cabeza fue conservada y utilizada como tintero en el escritorio de Kitchener hasta que la misma Reina Victoria manifestó su disconformidad.
Menos simpáticas pero igualmente a los tiros resultan los finales de Bonny & Clide y la de nuestros ilustres visitante patagónicos Butch Cassidy y sundance Kid, distantes geográficamente e históricamente. Más heroica quizás la de Hector arrastrado a lo largo de la circunvalaciónde troya por el pálido Aquiles.
La muerte banal
Qué decir de aquellas muertes sinsentido, perdidas en empresas de ninguna importancia o sin empresa alguna. Un ejemplo encontramos en la muerte de Tales, el primero de los griegos en ser llamado "sabio", quien murió, según Flegonte, "mientras presenciaba un certamen gimnástico, aplastado por la multitud y agobiado por el calor." Otro ejemplo es el que relata Giorgio Vasari en su clásico Vidas de los más excelentes píntores, escultores y arquitectos. Allí se cuenta que Paolo Uccello (el que dejaba a la mujer por las noches al grito de "qué dulce cosa es esta perspectiva") se encerró en su casa , dedicandose al estudiode la perspectiva, lo que lo mantuvo pobre y obscuro hasta la hora de su muerte, igualmente pobre y obscura. Pocas muertes, no obstante, resultan tan embarazosas y poco deseables como la del académico Nicola Steppenchik. El dr. Profesor NS, viajó con un grupode expertos a la región de Kirovskaya Oblast realizando sus estudios de pensamiento abstracto en el pueblo de Akvatyrevo. Su cadaver congelado fue hallado en una cabaña en las afueras de ese pueblo. Sólo unos pocos papeles, lamentablemente no los esenciales, sobrevivieron a la combustión, vano intento de generar calor. En una de sus páginas se encuentra la siguiente entrevista, representativa del tipo de indagación llevada a cabo por el equipo de Steppenchik y de sus poco concluyentes resultados.
"[Evaluación de concepción de proporciones abstractas, juicio hipotético yregla de tres]
Entrevistador- El pueblo más cercano se encuentra a quince kilómetros de aquí. Supongamos que yendo en bicicleta demoramos veinte minutos en llegar. Eso significa que hemos ido a 45 kilómetros por hora.
Sujeto A57- Conforme, aunque sólo en promedio ya que no hemos estado una hora montando en bicicleta. De ser así hubieramos llegado mucho más lejos.
Entrevistador- Ciertamente. Ahora bien supongamos que vamos al doble de velocidad, 90 km por hora. ¿Cuánto demoraremos en llegar al pueblo más cercano?
Sujeto A57- No se puede ir tan rápido en bicicleta."
Incomprendido, solo y seguramente decepcionado, NS murió por no tener en consideración el frío cruel que azota esas regiones de "ignorantes sin capacidad de abstracción" como señaló en su cuaderno de notas.
La muerte por el alcohol
Para concluir, muertes de diversa naturaleza causadas por el alcohol. William Blake, ya enfermo (realmente enfermo, no como la señora quejumbrosa encarnada en el amaneradísimo John Donne), decidió beberse lo que le quedaba de vida en medidas de Scotch. Blake habría bebido 74 intraductibles unidades británicas (asumo que se trata de medidas dobles) de whisky; una dosis mortal si se consume, como fue el caso, menos de siete horas. Sus últimas palabras fueron: "Setenta y cuatro, es un buen número". Menos simpatico fue el fin del Carlos el Malo, sometido en el año 1387 a un tratamiento medicinal propuesto originalmente por Raimundo Lulio en su Conservación de la juventud. Habían los medicos envuelto al mencionado Carlos en una apretada sábana empapada en aguardiente, aqua vitae, que, para resultar más efectiva, se hallaba cosida con puntadas gruesas en todas sus aristas, aprisionando al paciente. Queriendo aflojar uno de los hilos durante la tercera noche del tratamiento, por motivos higienicos probablemente, un criado acercó demasiado un candelero; sábana y enfermo, ardieron. Se presume que el criado perdió su trabajo.
¿Qué conclusión puede extraerse de lo dicho? Ninguna. O, si se quiere, la elemental y muy tanguera: Contra el destino, nadie la talla. Otra buena conclusión es que lo mejor es no morir, o morir con nuestras querencias.
PS: Otra muerte, ciertamente horripilante y estruendosa, que no me he atrevido a reproducir aquí, se encuentra en la obra maestra de Rabelais Gargantua y Pantagruel. Aquellos que deseen aventurarse en ella pueden indagar acerca del "pedo de la muerte".
"[Evaluación de concepción de proporciones abstractas, juicio hipotético yregla de tres]
Entrevistador- El pueblo más cercano se encuentra a quince kilómetros de aquí. Supongamos que yendo en bicicleta demoramos veinte minutos en llegar. Eso significa que hemos ido a 45 kilómetros por hora.
Sujeto A57- Conforme, aunque sólo en promedio ya que no hemos estado una hora montando en bicicleta. De ser así hubieramos llegado mucho más lejos.
Entrevistador- Ciertamente. Ahora bien supongamos que vamos al doble de velocidad, 90 km por hora. ¿Cuánto demoraremos en llegar al pueblo más cercano?
Sujeto A57- No se puede ir tan rápido en bicicleta."
Incomprendido, solo y seguramente decepcionado, NS murió por no tener en consideración el frío cruel que azota esas regiones de "ignorantes sin capacidad de abstracción" como señaló en su cuaderno de notas.
La muerte por el alcohol
Para concluir, muertes de diversa naturaleza causadas por el alcohol. William Blake, ya enfermo (realmente enfermo, no como la señora quejumbrosa encarnada en el amaneradísimo John Donne), decidió beberse lo que le quedaba de vida en medidas de Scotch. Blake habría bebido 74 intraductibles unidades británicas (asumo que se trata de medidas dobles) de whisky; una dosis mortal si se consume, como fue el caso, menos de siete horas. Sus últimas palabras fueron: "Setenta y cuatro, es un buen número". Menos simpatico fue el fin del Carlos el Malo, sometido en el año 1387 a un tratamiento medicinal propuesto originalmente por Raimundo Lulio en su Conservación de la juventud. Habían los medicos envuelto al mencionado Carlos en una apretada sábana empapada en aguardiente, aqua vitae, que, para resultar más efectiva, se hallaba cosida con puntadas gruesas en todas sus aristas, aprisionando al paciente. Queriendo aflojar uno de los hilos durante la tercera noche del tratamiento, por motivos higienicos probablemente, un criado acercó demasiado un candelero; sábana y enfermo, ardieron. Se presume que el criado perdió su trabajo.
¿Qué conclusión puede extraerse de lo dicho? Ninguna. O, si se quiere, la elemental y muy tanguera: Contra el destino, nadie la talla. Otra buena conclusión es que lo mejor es no morir, o morir con nuestras querencias.
PS: Otra muerte, ciertamente horripilante y estruendosa, que no me he atrevido a reproducir aquí, se encuentra en la obra maestra de Rabelais Gargantua y Pantagruel. Aquellos que deseen aventurarse en ella pueden indagar acerca del "pedo de la muerte".
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