jueves, 29 de octubre de 2009

El ruido II (No se culpe a nadie)

La cosa fue más o menos así: después de soportar un rato la hostilidad del vagón Reggaetón, decidí cambiarme al de atrás, que resultó ser, ni más ni menos, el vagón Cumbiavillera, en el que la hostilidad era no menor. Abriéndome paso entre la muchedumbre, llegué al Meganoventayochopuntotres, donde recibí el embate de un grupo de intoxicados, cosa que me llevó a acelerar el paso, ya directamente empujando a los que me obstruían el camino, para llegar al último, que inmediatamente noté que era el Poplatino, porque me sorprendió una emboscada de Shakira, Chayanne y Ricky Martin. Atrapado, desesperado, aturdido, busqué la única salida posible y salté por la ventanilla. Menos mal que el tren justo paró en una estación porque, si no, no estaría acá para contarlo.

9 comentarios:

Martín Narvaja dijo...

Hasta cuándo vamos a ser un país poco serio?
En los paises serios como en europa, hay dos clases en los trenes o más y la gente como uno va en la parte mejor, con europeos...
Muchos menos en ese que toma usted (estación Buenos Aires-La Ferrere)

Martín Narvaja dijo...

Mi última frase carece de sentido a menos que se le restituya: [Y qué espera en los trenes bonaerenses, muy dificil no ser importunado incluso en ese fino que va a tigre y toman los yupies, menos esperanza hay en el San martin, el roca, el belgrano o el sarmiento]... [que lo lleva a pompeya]

Luis Colucci dijo...

Le aclaro que el tren que tomo yo hace el recorrido Electrocumbia-Reggaetopop. Dicen que hay uno más exclusivo que va de Bebop a Freejazz, pero está fuera de mi presupuesto.

Niña Hippie dijo...

Cosa'e mandinga! Hace unas horas había un post doble de Martín que acaba de simplificarse. Qué pasó?

Martín Narvaja dijo...

Ay niña hippie, quién serás? Qué forma de nos(otros), mimos, estarás encarnando.

Ocurrio que edité la entrada dos veces publicada por error, principalmente para dejar a don Luis mal parado. Temo que él hizo lo mismo con su objeción a mi iteración.

Unos versos del dalai lama:

Meustedu dumlo
dumdit enoit
meustedt umlo
enote dumit
dumbo.

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado señor Colucci.
I-Cuando España todavía no era un país sano por decreto,había en los trenes vagones para fumadores y para no fumadores.
II-Habría que empezar a pedir a las autoridades ferroviarias o culturales que provean vagones silenciosos.A ver qué tal.Un abrazo.

Luis Colucci dijo...

Estimado señor Porquero:
I. Aquí sucede lo mismo
II. Parece que las autoridades están muy dispuestas a cuidar nuestra salud pulmonar (en cuanto al tabaco, no en cuanto a los combustibles) pero no a hacerlo con nuestra salud auditiva o mental.
Un abrazo.

Unknown dijo...

Hay que quejarse con el chino que inventó el celular con altoparlante.
en cuanto a la prohibición de fumar en espacios públicos me parece una medida hecha para el bien de todos y me sorprende que esté usted en contra señor colucci, si es que ese es su verdadero nombre (ojos entrecerrados)

Luis Colucci dijo...

Señor Panno, si es que es ése es su verdadero nombre (gesto de duda). Estoy de acuerdo con eso de quejarse con el hombre (es chino? le consta? cómo lo sabe ud.?) que inventó ese aparato infernal. Pero la responsabilidad última le cabe a los usuarios. No le echo la culpa al tipo que descubrió cómo hacer fuego por el hecho de que existan los pirómanos.
Por otro lado, de mi comentario no se deduce que yo esté en contra de la prohibición de fumar en los trenes, fíjese bien.
De todos modos, considero que bien podrían dejarnos algunos lugares para fumar sin molestar a los que no lo hacen, o a quienes no quieren tragarse nuestro humo.
Además, después de todo, si se preocupan por nuestros pulmones, que empiecen por controlar los escapes de la línea 32, que además de largar toda clase de porquerías, no producen ningún placer a nadie, excepto a los accionistas mayoritarios que no los padecen y se llevan sus buenos dividendos.
Un saludo.