domingo, 21 de junio de 2009

Podas tangueras

El ya célebre género po.da no requiere introducción alguna. Ya hemos mencionado su breve manifiesto, sus criterios estéticos y a su contra vanguardia, la anti.po.da. El lector ávidode detalles puede remitirse a algunas de nuestras antiguas entradas.
En esta oportunidad, toca el turno de presentar un hallazgo, verdadera joya del género, en el cual la corriente parece haber cambiado su eje, avecinandose al grupo de Boedo (N. de E. no es esto una errata por beodos) y componiendo o recomponiendo sobre algunos célebres tangos.
Lamentablemente carecemos de los medios para reproducir aquí las grabaciones realizadas en frágiles discos de pasta de 78 rpm.
Podemos, sin embargo y como es usual, presentar las podas de las letras. Los originales son conocidos.
Tenemos una elocuente versión de "Soledad", de la dupla Gardel Le pera:

Yo quiero una mentira:
Tu boca
era mia.

De "Las cuarenta", de Grela y Gorrindo sólo sobrevive un paradójico fragmento inconexo que algunos antropólogos culturales acusan no es un fragmento de una poda sino del disco original:

Todo es falso.

El resto del abundante pero caótico material se encuentra actualmente en edición.

3 comentarios:

Luis Colucci dijo...

Cabe mencionar, querido amigo Narvaja, que las PO.DAs tangueras no se limitaron solamente a los textos. Existen numerosas PO.DAs musicales que, hay que reconocerlo, adolecen de una cierta monotonía. Sintetizan las canciones con una cadencia auténtica, digamos, con un acorde de tónica y otro de dominante. La verdad es que se hace complicado distinguir un tango de otro.
Saludos.

Martín Narvaja dijo...

Sabe qué. Justamente esperaba que usted, Sr Colucci, recogiera, con perdon de la palabra, el "guante". Con lo del aspecto musical de la po.da.
Habrá que ver qué surge de aquello.

Salud.

Luis Colucci dijo...

A mi juego me han llamado, Narvaja. Sospecho que algunas (muchas) canciones pop son po.das de otras canciones. La causa de mi sospecha radica en el hecho de que existen innumerables piezas que se valen de una armonía muy escueta y cuya forma consta de una sola sección que se repite interminablemente, una especie de estribillo-estrofa (o estrofillo). Hay algunos rocanrroles cuyo texto se reduce a la palabra "nena".
Algunos malintencionados aducen que estas obras son producto de una grave falta de oficio y talento, más una importante dosis de pereza mental. Otros, más agudos, que se trata de una extraordinaria forma de síntesis.
Abrazo.