martes, 31 de julio de 2012

Vidas Inimaginarias IV: Ernest Hemingway


Autor de Paris era una fiesta, Adios a las armas y El viejo y el mar, ganador del premio nobel de literatura, soldado, corresponsal de guerra, gran amante y cuatro veces marido, Ernest Hemingway fue un autor cuyas ideas y acciones se entrelazan en el retrato de los principales sucesos de la primera mitad del siglo XX. Escritor de gran talento, destacan en su obra los diálogos, de naturalidad insuperable y su capacidad para sugerir sin mostrar, manifiesta especialmente en sus relatos.

Nombrado en honor a su abuelo Materno, Ernest Miller Hemingway nació en Oak Park, suburbio de la ciudad de Chicago el 21 de julio del último año del siglo XIX. Sus padres Clarence Edmonds y Grace Hall Hemingway practicaban profesionalmente la medicina y la música. La familia tenía una casa de veraneo a orillas del lago Walloon, Michigan. Allí, junto a su hermana Marcelline tendría Hemingway sus primeras experiencias en la naturaleza.
Durante sus años de colegio, practicó toda clase de deportes, incluyendo el boxeo. Por ese entonces, tomó su primer curso de periodismo. En 1916 publica su primer artículo en el periódico de su colegio, seguido de otros sobre música y deportes. Esas primeras experiencias como periodista serían cruciales en su posterior creación. Luego del colegio prefirió colaborar en el periódico Kansas City Star a continuar con sus estudios.
Al estallar la primera guerra mundial, intentó fallidamente alistarse como voluntario, logrando finalmente ser admitido como conductor de ambulancias para la Cruz Roja en 1918. Ese mismo año fue seriamente herido en el frente italiano. De sus experiencias en aquella guerra surgirían dos novelas: Adios a las armas y Muerte en la tarde.
Luego de contraer su primer matrimonio y una breve estadía en su país natal, fue contratado como corresponsal europeo para el Toronto Star, lo que le permitió regresar a Europa. Ya instalado en París, donde declaró haber sido “muy pobre y muy feliz”, entró en contacto con la llamada “generación perdida”, de la que formaría parte junto a Scott Fitzgerald. Trabajando en la librería Shakespeare & Co. conoce a Ezra Pound, quien le presentaría a Joyce. Conocería también a artistas verdaderos como Picasso, Miró y Gris. Paris era una fiesta, su última obra retrata las experiencias de aquellos años.
En 1923 visita España por vez primera, quedando fascinado por las corridas de toros. Luego de su primer divorcio, vuelve a casarse en 1927 con Pauline Pfeiffer con quien posteriormente, al quedar ella embarazada, se mudaría a Key West.
Contratado como reportero de guerra, viaja a España en 1937, donde permanece, salvo un pequeño intervalo, por el resto de la guerra civil. Allí, presencia la batalla del Ebro. La quinta columna está basada en sus experiencias españolas. Por entonces conocería a su tercer esposa con la que contraería matrimonio en 1940.
Durante la segunda guerra mundial, tras fracasar en el intento de hacerse corsario en el caribe comandando un barco pesquero con dos ametralladoras calibre 40, también como corresponsal de guerra, se vio inmiscuido en diversos problemas intentando liderar una milicia de resitencia francesa, siendo por ello condecorado en 1947.

En 1953 es premiado con el premio nobel por la obra El viejo y el mar. Sus últimos años los pasó en Ketchum, Idaho, donde, enfermo de cancer, acabó con su vida de un escopetazo.

Cada año en Key West, Estados Unidos, se realiza un concurso de dobles del autor de La quinta columna. El escritor catalán Enrique Vila-Matas, admirador del americano, participó de tal concurso. Fue descalificado.

lunes, 23 de julio de 2012

Vidas Inimaginarias III: Marcel Proust

Autor de En busca del tiempo perdido, Marcel Proust supo reproducir con perfecto detalle  los tediosos pormenores del tedio de la vida burguesa de la Belle Epoque y, con preciosista matiz, algunos de sus puntos de tensión crucial. Aquellos lectores que ha atravesado los siete volúmenes de su obra principal, afirma el mito, la juzgan universal.


Marcel Proust nace en 1871 en Auteuil, en los suburbios de París. Veinte años antes moría Balzac, cuyo Reverso de la historia contemporánea, o al menos su primera parte, prefiguraban la vida de nuestro autor. Su infancia transcurre durante la consolidación de la tercera república francesa y buena parte de su obra retrata los cambios sociales acaecidos durante ese período: la decadencia última de la aristocracia y el ascenso definitivo de la clase media burguesa en los años postreros del siglo XIX. Su padre, Achille Adrien Proust fue un epistemólogo célebre; su madre, Jeanne Clémence Weil, hija de una familia pudiente de la región de Alsacia. Lejos de los intereses científicos de Zola, se inscribiría plenamente en la línea cultural materna.
Ya desde niño, Proust comenzó a manifestar signos de debilidad y una constitución física enfermiza, sufriendo frecuentes ataques de tos. Como consecuencia de sus dolencias, ve interrumpidos reiteradamente sus estudios en el Liceo Condorcet, escenario de los terribles personajes de Cocteau, que había comenzado en 1882. Ello no le impide, sin embargo, destacar por sus habilidades literarias, habilidades cuyo reconocimiento pondría al servicio de sus ambiciones sociales, el camino inverso al de Scott Fitzgerald.
Indisciplinado, habiendo cumplido su servicio militar involuntario entre 1889 y 1890, el joven Proust , adquiere fama de diletante, escritor de aficionado y snob con pretensiones de hombre de sociedad. Se debía ya a su público futuro. Esta fama y la clase de vida que la sustentaba, serán cruciales en el derrotero de su obra. Por un lado, lo pondrán en contacto con los círculos literarios parisinos, la ville, la plus beau du monde, que retrataría en su obra; por otro, le traerán dificultades para publicar el primer volumen de su gran excursión literaria Por el camino de Swann, lo que ocurriría finalmente en 1913.
Contra la voluntad de su padre, pero apañado por su madre, con quien tenía una relación extremada y casi agustinianamente cercana, Proust se niega a aceptar ofertas laborales e insiste en vivir con sus padres y a costa de ellos. En 1896, para calmar los reclamos paternos, acepta un trabajo como voluntario en la Biblioteca Mazarine. Inmediatamente pide una licencia por motivos de salud, que extiende indefinidamente. Durante ese período escribe algunas colaboraciones periodísticas y literarias en periódicos diversos, especialmente en El banquete revista de la cual había sido fundador. En 1896, se publica Los placeres y los días, obra cuyo título juega con el de la clásica obra de Hesíodo (evitando la parte que le era desconocida) y que glosa muchos de sus escritos de juventud con un prólogo de Anatole France. A la muerte de su madre, ocurrida en 1905 y apenas dos años posterior a la de su padre, Proust recibe una considerable herencia, que le permitirá continuar con su vida literaria sin necesidad de distraer su tiempo en oficio alguno. 
Su nunca buena salud se ve progresivamente deteriorada. Pasa los últimos años de su vida dedicado a la tristeza y a la escritura afiebrada de su inabarcable obra. Oscuro en los días, encerrado, dedica las noches a escribir. Su carácter cambia y finalmente se entrega por completo al arte. Pero ya era tarde. En 1919 aparece el segundo volumen de En busca del tiempo perdido; entre 1921 y 1922, Sodoma y Gomorra. Ese mismo año, moriría a consecuencia de una neumonía mal curada. El resto de su obra es publicada póstumamente.

Famoso cuestionario

Existen dos versiones sobre el célebre custionario de Proust sobre la personalidad. Según la primera, Proust descubre el juego inglés llamado confesiones, pergeña una versión francesa de las preguntas y ensaya respuestas para su solaz. De acuerdo con la segunda, él habría sido tan sólo un célebre entrevistado pero no su creador. En uno u otro caso, el año es 1890. A la pregunta “¿Cuál es la cualidad que prefiere en un hombre?” respondió “El encanto femenino”. Una niñata de su época.

viernes, 13 de julio de 2012

Recomienda: Tanger en concierto

Sábado 21 de julio, 20:30 hs
Moon Rock Bar
Juncal 1773 CABA

www.youtube.com/tngr002

jueves, 12 de julio de 2012

Vidas inimaginarias II: James Joyce


Autor del Ulises, Joyce fue catalogado invariablemente como un escritor de excepción. En su gran novela épica, que relata un sólo día en la vida de Dublin, practica los estilos más diversos jugando deliberadamente con la forma y los límites de la novela como género. La originalidad de su obra y su carácter experimental la hacen compleja a un punto extremo. Genial a veces, en sus últimos años, su  complejidad adquiere el sello del caos más burocrático como muestra su Finnegans Wake, de infeliz lectura.

James Joyce, nace en Dublin en el año 1882. De familia católica, fue el mayor de diez hermanos. De sus primeros años, destacan unos pocos episodios que constituirían rasgos significativos en su obra posterior: el pavor a los perros, debido a un ataque, el temor a las tormentas, sin causa directa, su adicción a las malas palabras y los retruecanos verbales, que le merecerían sanciones escolares, y su vocación literaria, manifiesta en su primer poema escrito a los nueve años. En 1893 comenzarían sus problemas económicos, debidos al alcoholismo y la prodigalidad con que su padre manejaba las finanzas familiares.
Educado en colegios Jesuitas, primero Clongowes Wood y luego en el Belvedere College, Joyce manifestó una inteligencia particular y un carácter tímido. Durante aquel período, lee a los principales autores ingleses: Dickens, Walter Scott, Swift, Byron,Yeats y Hardy. Estimulado por la alta estima en que tenía a su propio talento y su avidez de literaria, se matricula en 1898 en el University College de Dublin como estudiante de lenguas modernas. Dos años más tarde publicaría su primer ensayo, dedicado a la obra de Ibsen.
Tras su graduación y siguiendo el consejo de Yeats a quien había conocido recientemente, decide instalarse en París para estudiar medicina. Debido a la penosa situación financiera de su familia se ve en la obligación de trabajar como periodista y docente a riesgo de pasar hambre. Regresa a Dublin a causa de la enfermedad de su madre, quien fallece en 1904. Ese mismo año contrae matrimonio con Norah Healy. Ese mismo año intenta publicar sin éxito su Retrato del artista adolescente.
Poco más tarde, decidido a abandonar su patria junto a su esposa, se entrega a la empresa de escribir una gran obra “con las tres armas que me quedan: el silencio, el destierro y la sutileza”, según declarara. En 1905 nace su primer hijo, en la ciudad de Pola, hoy Croacia, donde se desempeñaba como docente. Necesitando un ingreso extra induce bajo falsos pretextos a su hermano a reunírsele allí. 
En 1909 intenta publicar Dublineses. Su editor, George Roberts no está deacuerdo con ello debido a la entonces polémica temática de algunos de sus relatos. La pugna continúa hasta 1914, año en que, con otro editor, consigue sacar la obra a la Luz.
Durante la guerra, mientras europa se aniquilaba (no sin gloria, diría Borges), Joyce se dedicó a la composición de su obra maestra, El ulises, retrato perfecto y atípico de un único día dublinés: el 16 de junio de 1904. Su prosa no tiene par. Su estructura, caótica en apariencia, responde a un conjunto de leyes que, se asegura, existen. Esa obra gana la fama definitiva a su autor.
Su obra posterior, publicada bajo el título Finnegans Wake, que no lograría igualar el éxito de Ulises, profundiza el tono experimental, es aun más caótica y de lectura ardua. Tras el duro recibimiento que le brinda la crítica, alcoholico, sucio, ciego y sin amigos, muere en Zurich en 1941 como consecuencia de una operación de úlcera. 
Los fanáticos de Joyce celebran cada 16 de junio el “día de Bloom” con lecturas publicas del Ulises. En Dublin, la celebración incluye caminatas siguiendo el mítico recorrido amenizado por abundante cerveza, la venta de camisetas y bigotes postizos.

viernes, 6 de julio de 2012

Vidas inimaginarias I. Juan Rulfo


Autor de Pedro páramo y El llano en llamas, Rulfo es uno de los principales autores mexicanos del siglo XX. Admirado por autores como Borges y Garcia Márquez, obtuvo el premio Príncipe de Asturias en 1983. Su breve obra, que ha sido traducida a más de treinta idiomas, contiene algunas de las páginas más violentas y enigmáticas de la prosa latinoamericana.

Juan Rulfo nació el 16 de mayo de 1917 en el pequeño pueblo de Apulco, perteneciente al distrito de Sayula, Jalisco, siendo bautizado Juan Nepomuceno Carlos Pérez Rulfo Vizcaíno. Como consecuencia de la rebelión cristera, su familia, que podía ostentar una tradición que se remontaba hasta el siglo XVIII, pierde toda su fortuna. En 1925 fallecen su padre y abuelo materno. Dos años más tarde, luego de un traslado forzoso a Guadalajara, capital de Jalisco, su madre.
El primer contacto de Juan Rulfo con los libros se debe a la biblioteca de la escuela de las monjas josefinas de San Gabriel, donde aprende a leer y escribir. Esta educación se verá suspendida por la mencionada rebelión de los cristeros y la muerte de su padre. Sin familiares que pudieran hacerse cargo de su educación, sólo sobrevivía una abuela, es internado en el orfanato Luis Silva de la ciudad de Guadalajara, institución de rigor casi carcelario y de la que declararía: "lo único que aprendí allí fue a deprimirme".
En 1933, concluida su formación primaria y habiendo estudiado contabilidad, se traslada a la ciudad de México. Allí toma cursos de literatura e historia del arte en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Durante esos años y por una década, trabaja como recaudador de impuestos y luego agente de migración dedicado a la persecución de inmigrantes ilegales y clandestinos. Jamás atrapó ninguno. Al parecer, sus requisas eran precedidas de una breve nota manuscrita que decía: "Mañana por la tarde tendrán visita del departamento de migraciones. Slds cordiales, JR."
De su primera novela, sobre la ciudad de México, escrita en 1940 no quedan registros. Su primer relato, "La vida no es muy seria en sus cosas" es publicado en 1942; de 1945 es "Nos han dado la tierra", que sería luego incluido en El llano en llamas. Ya allí se encuentran los elementos principales de su literatura: la irracionalidad de la vida, la violencia latente y explosiva del género humano y sus acciones,  la geografía campesina, la huella profunda de sus recuerdos infantiles y experiencias juveniles.
Promediando la década de 1940, conoce a Clara Aparicio, con quien entabla una relación epistolar, primero, y amorosa después. De aquel matrimonio, contraido en 1948, nacerán cuatro hijos. Mientras tanto, se gana la vida como viajante de comercio y vendedor para una empresa dedicada a la fabricación de neumáticos.
En medio de esos viajes, experimenta una creciente afición fotográfica. Interesado desde siempre en el arte y la arquitectura, el otro Rulfo, el secreto fotógrafo, exhibe sus imáginenes por primera vez en 1949, en Guadalajara. Sus fotografías, han sido reunidas y publicadas en un catálogo en 2001.
En 1952, el Centro Mexicano de Escritores le otorga una beca, lo que le permite dejar su trabajo de vendedor y dedicarse enteramente a la escritura. En 1953 publica El llano en llamas, que cosecharía gran éxito y lo haría acreedor de una segunda Beca. Luego de poco más de un año de trabajo y algunos adelantos publicados durante 1954, aparece, en 1955, Pedro Páramo. Aquella obra ganaría éxito creciente y siendo aclamada por la crítica y el público en general. Su siguiente novela, El gallo de oro, sería publicada en 1980. En 1983, recibe el premio Principe de Asturias. Fallece en ciudad de México el 7 de Enero de 1986. Su obra completa no supera las trescientas páginas.

domingo, 1 de julio de 2012

Recomienda "El rapto de Perséfone"

Como no podía ser de otro modo, en el subsuelo, criollo inframundo, de Avenida Corrientes 1671.
A partir del próximo sábado 7 de julio a las 18 hs.