DER TEIL UND DAS GANZE. Gespräche im Umkreis der Atomphysik, traducido por los editores de Harper & Row como PHYSICS AND BEYOND. Encounters and conversations, y al español, con censura eclesiástica, por W. Strobl y L. Pelayo como DIÁLOGOS SOBRE LA FÍSICA ATÓMICA, reúne un conjunto de relatos, anéctdotas y, mayormente, diálogos conformando una especie de autobiografía intelectual de Werner Heisenberg. El volumen de la B.A.C. consta de 317 páginas y veinte capítulos. Todos y cada uno de ellos cuentan al menos con una ocasión para la envidia; Heisenberg decide estudiar física y su padre lo acomoda en el seminario de Sommerfeld, da una conferencia y entre el público aparece Einstein para invitarlo a cenar, escucha otra, hace una pregunta y Niels Bohr lo invita a Copenhague, se queda dormido, aparece una joven teutona y lo despierta para ofrecerle ciruelas, etcétera. Por otra parte, el texto está fantásticamente escrito, poblado de reflexiones filosóficas interesantes y de anécdotas suculentas de los más célebres físicos y matemáticos de la primera mitad del siglo XX. En esta oportunidad quisiera referir dos de ellas.
Paul Dirac, premio Nobel de física, se reúne con Heisenberg, que viene de ser despertado por la áspera lengua de un oso, en el parque Yellowstone. La finalidad del encuentro es una excursión a los géiseres de la zona. "De acuerdo con su meticulosidad característica, Paul había ya preparado, cuando nos encontramos, un plano exacto de todos los géiseres que nos interesaban, en el cual no solamente estaba consignado el tiempo de erupción de cada uno de estos surtidores naturales, sino que además, estaba dibujada la ruta, conforme a la cual, yendo de un géiser a otro, llegaríamos siempre a tiempo de presenciar el comienzo de la actividad de cada uno...".
Páginas más tarde refiere una conversación entre Von Neumann y un biólogo, confeso seguidor del darwinismo. El biólogo había acabado de explicar sus ideas acerca del papel del azar, la selección natural y el tiempo en el proceso evolutivo de las especies. El matemático lleva al naturalista a la ventana de su estudio y le dice: " ¿Ve usted allá arriba, sobre la colina, aquel hermoso caserío blanco? Ha surgido del azar. A lo largo de millones de años se ha ido formando la colina, a través de procesos geológicos; crecieron árboles, se pudrieron, cayeron y volvieron a erguirse; más tarde, el viento cubrió fortuitamente la cima de la colina con arena; probablemente un proceso volcánico lanzó piedras sobre el pasaje y, por casualidad, también quedaron éstas ordenadas por estratos. Y así siguió adelante el proceso. Evidentemente, en el curso de la historia de la tierra se han ido originando cosas merced a estos desordenados procesos fortuitos. Pero he aquí una vez, después de mucho, muchísimo tiempo, surgió también el caserío, a continuación entraron los hombres en él, y ahora son ellos sus habitantes". Por supuesto, agrega Heisenberg, el biólogo no quedó satisfecho. Por supuesto, agregamos nosotros, eso no tiene la menor importancia.