Es universalmente conocida la tragedia del príncipe danés que, habiéndose determinado a vengar la muerte de su padre, en parte a instancias de éste, se demora secretamente elucubrando su si, su qué, su cómo y su cuándo. Tanto se demora y tan secretamente que acaba huérfano de padre, madre, tío, mujer y enemigos. Y lo que es peor, muerto.
Visto esto, el autor, más propenso a la autocrítica que a la composición, ha resuelto combatir su tendencia natural, ya que, como fácilmente se extrae del episodio referido: si lo pensás mucho, se mueren todos.
Visto esto, el autor, más propenso a la autocrítica que a la composición, ha resuelto combatir su tendencia natural, ya que, como fácilmente se extrae del episodio referido: si lo pensás mucho, se mueren todos.